EL FRACASO DE LA BAILARINA, EL FRACASO DE FIDALGO

La bailarina Laura Fidalgo fracasó ayer a la noche y fue estrellada en dos oportunidades, con el jurado, que perdió 3 a 1 y con el público que perdió

53 % a 47%.

Estaba muy nerviosa la bailarina y MINTIÓ A LA GENTE,

ya que a las 00.15 horas pedía por quedarse y cumplirle el sueño al sonñador y a su primo Cesar.

Pero a las 00.30 horas, cuando Tinelli dijo que el público eligió a Carla, le dijo a todos, que EL SUEÑO ESTABA CUMPLIDO y a las 14 horas gracias a ella, fue operado el primo del soñador en Mendoza.

O sea, más mentirosa y contradictoria no pudo haber quedado, por que no lo dijo antes????

Engañó al público que la votó a ella y a su sueño de Gustavo Rojas.

Pero bue... la gente se dió cuenta y perdió...

Comparto ampliamente con Jorge rial, por eso les dejo esto que escribió el afamado periodista sobre la falsedad y egocentrismo de la bailarina.

Por Jorge Rial
Bailando por un Yo

Laura Fidalgo es una gran bailarina. Excelente. Sublime. El adjetivo calificativo que a usted se le ocurra colocar. Ninguno sobra. A esta altura del partido es imposible negarlo. Pero hay que reconocer también: su ego se cotiza en bolsa.

Lástima que nadie quiso las acciones. Como decía un viejo chiste de argentinos, a la chica habría que comprarla por lo que vale y venderla por lo que dice que vale.

La Fidalgo, propaladora de su propia popularidad, tuvo que encontrarse por primera vez cara a cara con la gente y la respuesta fue contundente: seguí participando. Pero su convicción de ser la joya de la corona fue inclaudicable. Cuando fue jurado o ahora, en el rol de participante, creyó que era invencible.

Ese mundo privado, casi hermético, se derrumbó apenas Tinelli abrió ese maldito sobre. Derrotada, con el discurso preparado, el ego volvió a traicionarla. En medio del festejo de los ganadores, la vedette le arrebató el micrófono a Marcelo Tinelli para copar la parada.

Sin ningún prólogo, la vedette arrancó su unipersonal del yo. "Yo ya tenía todo arreglado". "Yo logré que operaran a tu hermano". "Yo cumplí tu sueño". "Yo cumplí el mío". "Yo trabajé en Europa". Yo. Yo. Reafirmando todo el tiempo una personalidad que nos vendió en cada uno de los programas.

La lección que tenía que dar, la más importante, no la pudo concretar. No pudo romper ese cerco invisible que separa a la gente del artista. Se llama carisma. A veces, muchas en realidad, no coinciden con el talento. Pero la diferencia es sí lo tenes, o no.

En el espectáculo se llama cortar boletos. En la televisión tener rating. Son pocos los privilegiados. Con eso se nace. No existe una academia que te lo enseñe. Ni un supermercado donde te lo vendan con descuento de navidad. Tampoco lo podés declamar sin haber pasado antes por el verdadero jurado: la gente.

A Laura la juzgaron en ese primer encuentro después de todo lo que se dijo, todo lo que que se especuló y todo lo que se vendió. La materia del talento la rindió con comodidad y suficiencia. La otra se la llevó a marzo.