MORIA CASÁN: "NO COMPRO LO QUE VENDO"

MORIA CASÁN EN SU PEOR MOMENTO PROFESIONAL

Como Afrodita, la diosa griega del amor, su sola presencia exuda sensualidad y, tanto el público masculino como el femenino, quedan prendido de su fresca personalidad, burbujeante como el champán. Sin tapujos ni restricciones, así va recorriendo el camino de la vida Moria Casán, una mujer que nunca dudó de sus convicciones y avanzó como una avalancha hacia sus objetivos.

La luz de su estrella es la más brillante de la ciudad cordobesa de Villa Carlos Paz, donde se instaló junto a su pareja treintañera, Andrés “Tati” del Sol, a fines del año pasado para montar el espectáculo “What pass, Carlos Paz?”, que dirige y cuenta con la presencia de Nazarena Vélez.

Pero la inmensa trayectoria profesional de Moria quedó en un segundo plano el año pasado, cuando su hija Sofía Gala dio a luz a Helena y la convirtió en abuela. “Con Helenita estoy súper feliz, la amo profundamente. La miro todo el tiempo en el celular, la tengo filmada y la extraño horrores. Soy una abuela totalmente ‘babosa’. No creí que me pasaría algo así, pero todo llega.

Muero de amor por ella”, confiesa a CARAS en su espectacular casa en un country de las sierras. Pero el 2008 no sólo le regaló una nieta sino también el amor y la compañía de un hombre con quien, el 16 de febrero, festejará en una disco el primer aniversario de su sanguínea relación.

“A los tres días de conocernos, nos fuimos a vivir juntos. Todavía nos seguimos descubriendo. Nos conocimos en una disco, y él me miraba todo el tiempo. Cuando me retiraba, me siguió. Yo me iba a otro boliche y le pregunté si me quería acompañar..., ¡y vino!

Entramos de la mano y lo presenté a mis amigos como si fuera mi novio. Bailamos toda la noche y, al día siguiente, se fue a Bahía Blanca donde vivía. Comenzó a mandarme mensajitos diciéndome que se había enamorado y que me necesitaba como el aire. Le pregunté si me podía ver en Buenos Aires, y así comenzó todo. Vino a mi casa y nunca más nos separamos. Es como si hubiésemos sido novios desde otra vida. Fue mágico”, confiesa la diva.

Si hay algo por lo que Moria siempre se ha caracterizado, y nadie puede negar, es por su sentido de la trasgresión. Desde sus declaraciones de fuerte contenido sexual que hizo ruborizar a la sociedad entera, pasando por sus shows vanguardistas y la instalación de “Playa Franka” -una de las primeras nudista de la Argentina-, por nombrar sólo algunos de sus más recordados hitos.

“La trasgresión es no esperar nada, sólo hacer. Romper tus propios moldes, darte permisos que no te conceden los demás. Lo único que espero es mantener mi libertad, porque solamente hay que hacer lo que una quiere sin que te guíen decretos culturales ni religiosos. También espero mantener siempre las mismas neuronas recicladas, no comprar lo que vendo, conservar la misma responsabilidad profesional e ir al teatro con las mismas ganas del primer día”, declara mientras degusta una fruta en la terraza de su casa.

El público es un elemento indispensable en la vida de los artistas. Por ello la vedette nunca sobreestimó el cariño que le brindaron y siempre respondió con creces. “Hay que tomar las cosas con pasión y nunca faltarle el respeto a la gente que te eligió. Por eso no admito excusas de nadie para no hacer la función.

Si te sentís mal y no venís, quedate en tu casa y no vuelvas. Yo nunca hago lo mismo, siempre estoy cambiando y no quiero perpetuar un éxito porque la gente quiere ver cosas nuevas. Todos los días hay que empezar de cero, por más que tenga todo. No quiero vegetar, ser una planta, quiero hacer cosas todo el tiempo, y no por ser una adicta al trabajo sino para renergizarme”, concluye la gran estrella.

Luego del ajetreado ritmo de las funciones en Carlos Paz (la obra ya festejó la convocatoria de 20.000 espectadores), Moria viajará junto con Andrés, a principios de marzo, a la República Dominicana (Antillas Mayores), para descansar. Luego visitará las luces de Las Vegas para ver diversos shows, ya que la obra se montará en Buenos Aires y la diva quiere agregar algo erótico y “bien fuerte”. A lo largo de la tarde, Moria subrayará la importancia de la independencia, valuarte indispensable de los espíritus libres. Esa premisa que adoptó desde pequeña y, sutilmente, le trasmitió a su hija.