SUSANA CON MARIANO MARTINEZ

SUSANA GIMENEZ TUVO UN MANO A MANO CON MARIANO MARTINEZ.

"Soy un privilegiado porque tengo muchos amigos, y muy buenos, que me estuvieron acompañando en estos días. Realmente viví una pesadilla, un día me llamó mi novia, me preguntó cómo estaba mi viejo, yo le dije que bien, y me respondió que lo habían metido preso. En ese mismo momento puse la tele y no lo podía creer. Ahí empezó todo."

En un momento decidí hacerme cargo de la situación, me asesoré con abogados penales, fui a reuniones, hasta que llegúe a la conclusión de que quería cambiar los abogados, y hoy mi papá está en las mejores manos. Hablé con mi papá sobre el tema, me dijo que estaba asesorado por profesionales y que era inocente. Mi relación siempre fue buena con él, y lo más importante es que no le guardo ningún rencor. Me gusta charlar con él, crecer, pero no depender.

Reconozco que por momentos no nos hablábamos, por momentos sí. Cuando pasó todo ésto veníamos de una larga pelea y nos estábamos acercando nuevamente. Tuve mucha libertad para lo que quisiera hacer siempre. Cuando nací, mi mamá tenía 17 años y mi papá 18. Mi viejo trabajó en muchos lugares. Fue empleado público y ahora estaba trabajando con su hermano en una droguería, aunque no sé mucho más porque con mi tío no me hablo. Hasta mis 10 años, mi familia tuvo que pelearla muchísimo, y después tuvimos una mejor posición económica. A los 17 años me fui de mi casa, pero a los 14 ya estudiaba y laburaba. Con mi mamá, hoy por hoy puedo hablar muy bien, pero en su momento nos tratábamos a los gritos".

"Estoy armando mi propia productora, estoy muy avanzado con eso y no pienso dejar de trabajar. Algunas marcas con las que tenía contrato se alejaron cuando pasó todo ésto, pero es entendible. Estoy escribiendo la vida de alguien para llevarla al cine y estamos planeando una gira con Closer por el interior y otra obra de teatro para abril del año que viene".

"Me volví hombre a las cachetadas, aunque suene irónico, le encuentro algo positivo a lo que pasó. Ésto va a pasar, todo pasa. No tengo palabras para agradecer el cariño y el apoyo de la gente por la calle. Gente que me decía que estaba rezando por mí y por mi familia, cosas que no escuché ni con los programas más exitosos que hice".

"Ahora estoy muy tranquilo, el abogado que está a cargo de la defensa de mi papá es muy optimista y me dice que va a estar todo bien. Hay un cirujano que acusa a mi papá, pero si Dios quiere, pronto quedará totalmente limpio de todo ésto. En estos momentos está en su casa".