"Lanata se pone el conchero" era el gran titular de la "Rotativa del Maipo", flamante revista estrenada el ultimo fin de semana con Jorge Lanata encabezando este singular espectáculo.
Hoy, el periodista no estaría contento con las críticas que si bien no han sido lapidarias, han dejado tendal de puntos suspensivos sobre el raro acontecimiento "artístico" que tiene lugar cada noche en el escenario.
Una dura crítica de Pablo Sirvén en el diario La Nación el domingo pasado le cayó pésimo al dueño de "Crítica". Sirvén fue duro y por la noche Lanata le contestó desde su monólogo en el teatro. El diario Clarín incluyó la palabra "perorata", un término no muy feliz para referirse a la tarea de Lanata en escena. Mirtha Legrand elogió con eufemismos: "Hay que verlo", dijo, pero en ningún momento se deshizo en elogios; prefirió cierta ironía y no adjetivar demasiado.
Quien firma esta nota vió la primera función de preestreno el viernes pasado. Es raro ver un espectáculo en el que nadie habla hasta que aparece el periodista, a una hora de empezado el show. La falta de un humorista es notoria y Lanata no llena ese espacio . Un guión humorístico de apoyo -¿porqué no escrito por Pinti?, por ejemplo- para mechar remates cómicos tal vez hubieran dado mayor fluidez a algo que no fluye demasiado.
La sala llena esperaba más críticas desde una tribuna de actualidad referida a los temas de la coyuntura política de hoy. Lanata prefiere hacer historia "a lo Pigna". La gente escucha atenta; no se nota un gran rebote desde la platea.
"Le perdonan la vida", se dijo más de una vez esta semana. Hay una notoria diferencia entre la expectativa y los resultados; lejos de que éstos sean malos, tal vez no son exactamente los esperados. Esta cuestión es analizada por el propio Lanata y el dueño del Maipo y mentor de su llegada a las tablas, el empresario Lino Patalano. Por estas horas se analizaría cierto aggiornamiento y alguna vuelta de tuerca.
Temen que el famoso "boca a boca" no juegue a favor y que el inicial suceso de venta de entradas decaiga con el correr de las funciones. El Maipo festeja sus 100 años en medio de un cambio de rumbo que se tuvo que tomar ante la decisión de Antonio Gasalla de no renovar su contrato en medio del exito de la revista que allí encabezaba, para la cual se hizo una cuantiosa inversión que se debería seguir amortizando con esta nueva obra que tiene a Lanata como figura excluyente y convocante de público.
Rodrigo Lussich para Minutouno
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