Andrea Frigerio. 48 años. Consiguió borrar arrugas gestuales sin alterar sus rasgos. Labios ligeramente carnosos. La simulación quirúrgica muestra una nariz excesivamente trabajada, labios engrosados y efecto susto-botox.
Catherine Fulop. 43 años. Una refrescada natural lograda con rellenos mínimos. El photoshop exhibe el resultado que habría tenido el uso excesivo de botox en la frente (con cejas en enojo permanente) y demasiado colágeno.
Intervenciones bien hechas. Sus caras se ven rejuvenecidas pero sin perder coherencia con la edad que tienen ni con su fisonomía original. Fundamental: que los resultados no se malogren en la comparación con el cuello.
Efecto bocazas. Luciana Salazar y Dolores Barreiro. Exageran la dimensión de sus labios, que se acercan demasiado a la nariz
Efecto luna llena. Rostros redondos. Florencia Peña retocó su cara antes de que fuera necesario. Soledad Silveyra dice estar cansada de la dictadura del botox.
Los errores más comunes. Efecto clonación. Cecilia Roth y Adriana Brodsky. Dos caras que responden al arquetipo de belleza de moda. Mentón importante, cara redondeada, nariz pequeña y cejas arqueadas.
1 comentario:
Muy buen post.
Saludos
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