DURAS ACUSACIONES CONTRA LA ABOGADA DE LOS FAMOSOS

En el divorcio de Carolina Ardohaín y Martín Barrantes se podría esconder un verdadero bochorno jurídico, algo así como la punta del iceberg de un entramado que tiene como protagonista nada menos que a Ana Rosenfeld, la letrada que en los últimos tiempos se posicionó en los medios como “la abogada de los famosos” por contar con clientes como Viviana Canosa, Moria Casán, María Valenzuela, Beatriz Salomón y Ramón “Palito” Ortega.

En el litigio Ardohaín-Barrantes, un médico llamado Horacio Munilla se presentó ante el Tribunal de Familia Nº 2 de San Isidro en calidad de testigo. Munilla, que llegó a los Tribunales citado por Rosenfeld, se presentó como psiquiatra y dio cuenta de las presuntas consecuencias psicológicas que Pampita habría tenido por supuestos malos tratos de Barrantes (malos tratos que fueron completamente desestimados por el tribunal).

Rosenfeld presentó a Munilla como el psiquiatra que trata a Pampita desde enero de 2006 pero, paradójicamente, la modelo habría dicho tiempo atrás que se atendía con otro profesional. El martes 16 de septiembre, esta revista se comunicó telefónicamente con Munilla y en una conversación telefónica que fue grabada, el testigo de parte de Rosenfeld y Pampita que aseguró ser médico especializado en psiquiatría y médico legista, opinó orondamente sobre la salud psíquica de Ardohaín.

Semanario: ¿Carolina sigue teniendo secuelas de ese maltrato (el que supuestamente le profería Barrantes) o ya no las padece más?

Munilla: Yo diría que no tiene secuelas en este momento, producto de que para eso se hizo el tratamiento.

Sobre la Dra. Rosenfeld, Munilla aseguró: “La conozco hace muchos años porque, siendo perito, he tenido actividad con casos de ella”. Segundos más tarde, agregó: “Pero no es ninguna cosa rara ”.

El abogado de Martín Barrantes, Maximiliano Serravalle, subraya que en la sentencia Ardohaín-Barrantes, el tribunal falló por unanimidad que hubo “injurias vertidas en juicio” (en referencia a los dichos que posicionaron a su cliente públicamente como un alcohólico de sexualidad dudosa) y destaca que, jurídicamente, el hecho es de suma gravedad. Otro abogado, Dr. Juan Pierre, suma su granito de arena a las dudas que surgen en torno a la letrada de los famosos. Pierre enfrenta a Rosenfeld en el marco de un juicio de divorcio que se lleva a cabo en el Juzgado Civil de Familia Nº 38 en el que también podría haber injurias. “La injuria vertida en juicio es propia de una mala praxis profesional.

Los abogados tienen que revisar las demandas de sus clientes, no pueden poner cualquier cosa. Profesionalmente, reprochar conductas a otra persona con datos que hieren moralmente y no ofrecen ninguna prueba, está mal. En lenguaje no técnico, sería un insulto gratuito”. Hernán Seivane, un empresario que es miembro de un grupo de padres separados de sus hijos llamado “Ayuda a padres”, le confió a Semanario que él también tiene muy presente el nombre Ana Rosenfeld. En la organización que integra, un hombre dice estar destrozado porque una abogada que trabaja en el estudio Rosenfeld estaría impidiendo que dos niñas se vean con su padre.

Barrantes le asesta el tiro de gracia a la abogada que se define como una persona “con glamour”. Asegura: “En mi juicio se movió de una forma totalmente inescrupulosa, utilizando a los medios para darse fama. Yo le inicié una demanda penal en la que solicito un año de prisión por las injurias cometidas y voy a seguir hasta hacer una presentación en el Colegio Público de Abogados para que le retiren el título porque entiendo que en el ejercicio de su profesión, cometió varios delitos.

Además, ella dice ser invencible cuando lo único invencible es la Justicia. Un abogado tiene que pregonar la justicia, no la invencibilidad de uno” ¿Le bajarán el martillo a la abogada mediática?

Revista Semanario