En el mismo momento en que Pampita Ardohain hace frente al fallo de la Justicia por adulterio, su marido Benjamín Vicuña es protagonista de rumores de infidelidad con Isabel Macedo, ex de Facundo Arana.A capear el temporal. Esa frase hecha podría describir el estado de ánimo de Carolina Ardohain, “Pampita”, que luego de ser condenada por la Justicia por adulterio, debe afrontar los rumores que vinculan a su pareja, el actor Benjamín Vicuña, con su compañera de elenco, Isabel Macedo. Una especie de revancha dorada para Martín Barrantes, quien sufriera una situación de infidelidad de parte de la modelo y obtuviera su reivindicación legal en el dictamen del juez.
La semana pasada, el galán chileno negó a esta revista cualquier vinculación extra laboral con su colega; declaró que era imposible este amorío debido a sus viajes a Chile para grabar una película y además porque Macedo tiene pareja.
De todos modos, las malas lenguas denuncian que este affaire data de un tiempo antes, y también deslizan que se prolongó durante untiempo. En la fiesta de las cien emisiones de la novela que protagonizan junto a Joaquín Furriel y Romina Gaetani, “Don Juan y su bella dama”, se los vio a los arrumacos en un sillón a Franco y a Serena, tales los nombres de sus personajes, en una escena que parecía arrancada de la ficción, pero trasladada a la vida real.
En cuanto vieron a los paparazzi modificaronsu actitud, y adoptaron una sana decisión: juguetear ante las cámaras juntos, como si en verdad conformaran una feliz pareja. Posaron con determinación e hicieron valer sus dotes actorales para despistar a cualquiera que pudiera especular sobre algo más que compañerismo.
Lo cierto es que esta semana fue un dolor de cabeza para Vicuña y “Pampita”. Primero el hipermediático juicio ganado por el ex marido de ella, Martín Barrantes, quien declaró a 7 DÍAS que la quiere “ver presa” por adúltera. Ahora esto, que se convirtió en una verdad sotto voce. Es frecuente ver al galán haciendo alarde de sus atributos en el boliche palermitano “El clan”, donde las chicas suelen caer rendidas a sus encantos; el fin de semana pasado se lo vio feliz de la vida en Shampoo, un cabaret deluxe donde se divirtió a puro champaña y sex-appeal junto a su compatriota y amigo Gonzalo Valenzuela.
Algunos lo sugieren con cierta timidez, otros lo callan por pudor, pero la fuerza del rumor crece día a día. Y las fotos indican mucho más de lo que callan, haciendo carne una frase que no por repetida deja de ser cierta: una imagen vale más que mil palabras.
La pareja, ajena por ahora a las versiones de crisis entre ellos y superados al juicio perdido por “Pampita”, se muestra junta y unida como siempre. Estuvieron en la cena de conmemoración de las cincuenta funciones de la obra “Tape”, y tres días después en la fiesta organizada por Chandon en el exclusivo restó Casa Cruz.
Pero a comienzos de semana, se lo vio solo y otra vez las dudas arreciaron entre periodistas, fotógrafos y especuladores varios. ¿Crisis? ¿Peleas? Nada de eso, es que su mujer estaba en plena grabación de “Bailando por un sueño”, ya que esa noche se grabó el programa del día siguiente donde la morocha más linda de la Argentina se destacó bailando ritmos infantiles.
Revista 7 Días
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