EN EL AFÁN DE GANAR DINERO, MUCHOS PADRES EXPLOTAN A SUS HIJOS SIN MEDIR LAS CONSECUENCIAS...
Tener hijos con talento, o al menos con imagen marketinera, se convirtió en el nuevo negocio de muchos padres codiciosos. Los ‘90 y su absorbente fascinación por las estrellas “juveniles” dieron pie a un gran negocio millonario pero, como contracara, presentaron un sinnúmero de adolescentes conflictuados.
Todos recuerdan al chico de Mi pobre angelito. El por entonces nene de 10 años supo amasar una gran fortuna que, bajo la conducción de su padre, lo posicionó como una de las promesas actorales de Hollywood. Pero todo se acabó hace unos años, cuando en 1994 sus padres comenzaron una batalla legal para quedarse con la fortuna del joven.
El caso Spears es otro ejemplo. “Me gustaría haber pasado más tiempo con ella mientras estaba de gira, pero no pude. Tenía que cuidar de mis otros hijos. No eduqué a mis hijos para que tuvieran carreras en Hollywood. Es algo que me ha explotado en la cara y los grandes sueños se tornan en grandes dolores de cabeza”, se justificó la madre de Britney, Lynne Spears, después de que la acusaran por la turbulenta vida de su hija.
¿Y cuando es al revés?
Muchos padres invierten tiempo y dinero en sus hijos, les pagan la universidad, hacen grandes esfuerzos para darles lo mejor y como retribución sólo obtienen hijos problemáticos, con adicciones o vicios.
Otros les pagan la inversión con desinterés, abandonando la carrera, o rebelándose en contra de los cuidados que les intentan brindar.
Se suele relacionar la drogadicción con las clases bajas; pero en las más altas, el problema se da tanto como en las otras y los adolescentes y jóvenes son los principales consumidores. Ellos tienen todas las herramientas para salir adelante, pero parece que esa presión los lleva a abandonar todo y autodestruirse.
Se suele relacionar la drogadicción con las clases bajas; pero en las más altas, el problema se da tanto como en las otras y los adolescentes y jóvenes son los principales consumidores. Ellos tienen todas las herramientas para salir adelante, pero parece que esa presión los lleva a abandonar todo y autodestruirse.
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