
Tras el final anticipado de “La mamá del año”, el ciclo de Andrea del Boca que no logró ser bendecido por el rating, Canal 13 puso en el aire “Tardes informales”, con el mismo equipo de “Mañanas informales”.
El programa tiene las características de un plato poco elaborado y cocido a toda velocidad. Dado el nivel profesional de quienes trabajan en él, con algo más de tiempo e ideas se podría haber desarrollado una propuesta interesante para la franja vespertina. En cambio, se optó por repetir la fórmula de “Mañanas informales” en una versión mucho más liviana, con mucha menos actualidad en materia informativa y superabundancia de los avatares de “Bailando por un sueño”, incluidas las notas en directo desde Ideas del Sur, a la manera de “La previa”, el ciclo que se emite por Magazine.
Buenos a la hora de cultivar el sarcasmo, los integrantes del ciclo ingresaron al piso, valija en mano, dispuestos a parodiar a “Gran Hermano” y diciendo que ellos también estaban encerrados en la casa. Sin duda, la simpatía de los miembros del equipo es la tabla de salvación de un producto carente de originalidad.
Gajes de la lucha por el rating, con un plantel de eficientes profesionales pero sin tiempo ni esfuerzo de producción, “Tardes informales” parece haber sido pensado antes como una solución de emergencia condenada a la vida breve que como un ciclo destinado a quedarse en la pantalla.
Si se lo mira desde los intereses de “Mañanas informales”, quizás tampoco sea beneficioso que el envío vespertino se prolongue más allá del período pautado, para evitar el riesgo de saturar a los espectadores con las mismas personas duplicando su presencia y su tarea al aire en un formato clonado del original.
Por Adriana Schettini para Noticias

No hay comentarios:
Publicar un comentario