LORENA BARRICHI HABLA SOBRE SU EX: MARTÍN PALERMO

Por primera vez, Lorena se animó a hablar de todo.

–¿En qué etapa se halla en este momento su relación con Martín?

–Con Martín estamos separados. Aunque no convivimos, tampoco estamos divorciados. Continuamos casados hasta el día que nos divorciemos.

–¿Cuándo decidieron separarse de casas?

–En realidad, la pregunta es cuándo él abandonó mi casa. Fue a fines del año pasado. No tengo una fecha exacta, pero armó un bolsito y se fue a lo de un amigo y después a Mar del Plata. Una vez ahí, comenzó a hacer su vida... Desapareció de la mía sin explicación. A fines de enero, aparecieron esas fotos en una revista con Martín llevando a una chica a cocochito...Yo me enteré a la par de todo el mundo que él estaba con otra. Me dolió mucho.

–¿No recibió antes algún llamado de él advirtiéndole sobre la posibilidad de las fotos?

–En realidad sí, me llamó antes de salir publicadas y me dijo que lo habían escrachado. Hasta el día de hoy mantengo el duelo, porque fueron casi nueve años juntos y aún estamos casados, así que fue un baldazo de agua fría. Al no estar divorciados nos debemos respeto. Hasta que no se divorcie, debe mantener ciertos códigos, y él no los respetó. Martín pasó los límites, me fue infiel. Nos queda una charla pendiente, y mediante esa charla podré saber por qué. Me hubiese gustado que me llamara y me dijera: “Mirá, Lorena, me voy por esto y por aquello”. Pero la verdad es que hoy no tengo prácticamente diálogo con Martín. Sólo lo justo y necesario. Por ejemplo, si necesita sacar algo de casa, me avisa.

–No me queda claro, usted dice que hasta el día de hoy, cinco meses después que él se fue, ¿aún no hablaron por qué se separaron?

–En realidad, un día me dijo: “Me voy”, y se fue. Como cualquier pareja, tuvimos un par de discusiones y desencuentros, pero creí que lo superaríamos. El que diga que una pareja funciona siempre a la perfección, que nunca discuten por nada, miente. ¿Quién no tiene peleas? Lo que quiero aclarar, porque es la primera vez que hablo del tema, es que se dijeron muchas mentiras: por ejemplo, que yo le había tirado la ropa a Martín por el balcón, un absurdo total. Nosotros vivimos una historia de nueve años juntos, que no es poco tiempo, y decidimos casarnos hace dos años y seis meses, en teoría, para toda la vida. Yo me casé con la idea de formar una familia, tener hijos y lo único que va a seguir quedando en mi vida como lo que más amé en el mundo fue a mi hijo, Steffano. El 3 de junio se cumplió un año y diez meses de su muerte. Perder un hijo es lo peor que te puede ocurrir en la vida. Todo lo demás se supera.

–A Martín también lo de Steffano le dolió mucho. No hay más que ver que cada vez que hace un gol, besa el tatuaje con su nombre que tiene en el brazo...

–Sí, por supuesto. Fue un hijo deseado y resultó un golpe muy fuerte para ambos. Nos marcó muchísimo porque estábamos totalmente ilusionados con Steffano. Pero, la vida nos dio otra prueba más y hoy en día no tenerlo creo que es la parte que más nos une y al mismo tiempo más nos separa... Como madre, el hecho de haberlo tenido en la panza, de haber sentido sus pataditas y después no poder tenerlo entre mis brazos, fue lo peor que me pasó en la vida. La verdad que deseo mucho ser madre. Hoy siento que Steffano es un angelito que me protege desde el cielo. Al igual que mi papá, que murió cuando yo tenía nueve años.

–¿Qué hizo este último tiempo para no caer en la depresión?

–Me dediqué a mí, a entrenar mucho en el gimnasio, que me apasiona, y, especialmente, me involucré sobre todo con mi agencia, LB Paradigma, que es un emprendimiento de modelos, promotoras y eventos que inauguré el año pasado y que hoy es mi prioridad.

–Más allá de la charla pendiente con Martín, ¿tiene ganas de volverlo a intentar?

–En este momento, no. Hoy tengo mucho dolor y me siento desilusionada con su comportamiento... Aunque nunca se sabe, luego que tengamos aquella charla pendiente, tal vez el destino nos tenga preparada una sorpresa. Pero lo veo difícil.

–Quizás el dolor que hoy siente no la deja pensar claramente...

–Sí, es una gran verdad. De todas maneras, el sufrimiento me fortalece. Me pasó de todo en la vida, y esto de separarme sería otro obstáculo más que deberé sortear sola. Lo que más sueño en este momento es volver a ser madre.

–Si no se arregla con Martín y tampoco encuentra un amor ¿se animaría a ser madre soltera?

–Si no encuentro a la persona indicada, alguien que me ame de verdad y yo lo ame, sí, seguramente me plantearía tener un hijo soltera. No me gustaría que pasen demasiados años antes de tenerlo.

–Y en este tiempo separada de su marido, ¿se le acercaron hombres?

–Sí, la verdad que me han invitado a salir varias veces. Pero pienso que hay que dar vuelta la página. Entonces, hasta que no termine una etapa de mi vida, no podré empezar otra. Además, las heridas toman su tiempo para curar... Hoy estoy sola y tranquila. Duermo en paz.

–Por último, si usted tuviera la posibilidad de tenerlo a Martín enfrente, ¿qué le diría?

–Simplemente le preguntaría ¿por qué?

Por Carolina Fauve para Revista Caras