A su aspecto bastante lozano y bien cuidado, que esculpe en base a baños faciales con leche vegetal, grandes dosis de maquillaje, cirugías y horas de gimnasia, la Presidenta agregó una novedosa intervención estética a su colección: para estirar su cuello, se aplicó hilos tensores, una técnica revolucionaria que no produce cambios drásticos en la piel, y que se realiza a través de procedimientos sencillos, sin cortes ni cicatrices, y con anestesia local.
Según los especialistas, la intervención cuesta entre 800 y 1.200 dólares, pero en algunos casos puede llegar a 2.500.
NOTICIAS pudo confirmar la intervención a través de dos fuentes del entorno de la Presidenta: un funcionario que trabaja en la Casa Rosada y una legisladora del Congreso muy cercana a la jefa de Estado. La intervención habría tenido lugar en la primera semana de junio, luego del viaje de Cristina a Roma, donde asistió a la cumbre de la ONU sobre alimentación.
Los hilos que se utilizan para la intervención a la que se sometió la Presidenta son de propileno, el mismo material que se utiliza para suturar, aunque los aplicados a Cristina tienen espinillas que se enganchan por debajo de la piel.
Las mujeres la utilizan para combatir la flaccidez de la piel sin recurrir al quirófano.
Es llamativo que Cristina tenga tiempo para preocuparse por la estética en medio de la pelea con el campo, cuando los alrededores del Congreso se transforman en un campamento y la relación con parte del PJ y con su propio vicepresidente Julio Cobos se fracturó.
En la semana del 10 al 17 de junio, tras su regreso de Roma, la Presidenta usó diversos pañuelos durante tres días. Según los especialistas, luego de la intervención se coloca en la piel tela adhesiva por tres o cuatro días para que el tejido pueda formar colágeno alrededor de los hilos. Tras casi una semana con el cuello al viento, Cristina volvió al pañuelo el jueves 19, el lunes 23 y el jueves 26.
Sea por lo que fuere, los pañuelos al cuello pasaron a formar parte en las últimas semanas del vestuario oficial de la Presidenta, que siempre sorprende con un nuevo look. Todo al revés de su esposo. Néstor Kirchner siempre se quejó, divertido, de las críticas por sus sacos cruzados y sus mocasines gastados.
La obsesión por la estética no es nueva en Cristina. Las extensiones en su cabello, los paseos en rollers por la Quinta de Olivos para tonificar las piernas, el botox para rellenar arrugas en la cara y la gimnasia modeladora ya son un clásico de la Presidenta. Entre sus secretos de belleza también figuran la utilización de electroestimulación para fortalecer los músculos y afinar los tobillos, el relleno y la micropigmentación de labios, la cirugía de bolsas, la lipoaspiración de muslos y el blanqueamiento de dientes, al que también se sometió su marido cuando era presidente.
Además, ella ordena que utilicen el photoshop en las imágenes oficiales que difunde el sitio web de la Presidencia. Y en los actos de la Casa Rosada mantiene a una distancia prudencial a los fotógrafos para evitar primeros planos.
Por Federico Mayol, para Revista Noticias
3 comentarios:
DENTRO DE TODO SIGUE SIENDO MUJER,SOMOS ASI,COQUETAS QUE TIENE DE MALO??????LAS FAMOSAS HACEN LO MISMO NO???PORQUE SEA LA PRESI ESTA MAL?????
DANY
sí imbécil, está mal porque lo pagamos vos y yo
Se parece a Menem... por la cara de mono y por lo HDP!!!
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