FLOR DE LA V LE RESPONDE A CANAL 9

A través de una CARTA ABIERTA titualda ¡BASTA POR DIOS! en la revista PAPARAZZI, Florencia de la V le responde a las autoridades de Canal 9.

Por primera vez, desde que esta prestigiosa revista me abrió sus páginas, no será tiempo de signos de admiración, chistes irónicos y chismes divertidos.

Hoy les escribo más que nunca con el corazón herido, y como cualquiera que necesita de sus seres queridos en un momento difícil, yo necesito que, más que nunca, lean mis palabras con los ojos del alma.

Como ustedes sabrán, en las últimas horas tomó estado público una noticia que, aunque es penosa para mí, creo que es mucho más preocupante para la sociedad en que vivimos.

Estoy haciendo referencia a la negativa de Canal 9 de contratarme como artista por mi condición sexual, y porque eso "no es conveniente para la imagen del canal".

Seguramente, como en aquella excepcional película "Filadelfia", los hipócritas de turno negarán o maquillarán las razones de mi seudodespido. Pero ni yo ni ustedes almorzamos vidrio, y todos sabemos por dónde viene la cosa.

Mi vida y mi carrera no fueron nada fáciles. Si a cualquiera le cuesta sudor y lágrimas llegar a ciertas metas, mi elección sexual me cerró muchas más puertas de las que me ha abierto.

Durante muchos años, cuando yo no era otra cosa que un adolescente y la sociedad argentina apenas despertaba de su pesadilla fascista, los sueños de artista me quedaban tan lejos como el cielo.

Era muy poca la gente que aceptaba mi condición, que compartía mis miedos y mis deseos. Las miradas crueles, los comentarios arteros, eran para mí un paisaje cotidiano. Luego vinieron tiempos de reconocimiento, de exposición mediática y, lo más importante, el amor de la gente, ese amor casi sanador, que me sirvió (y me sirve) de antídoto contra todas las ofensas.

Pero otras traiciones, más sutiles, menos explícitas, siguieron hostigándome. Las razones no hace falta buscarlas en una enciclopedia de psicología: no todos tuvieron la grandeza de aceptar que un travesti triunfara. En estos pocos años de carrera gané todo tipo de honores: premios, concursos, competencias...

Lideré grandes compañías de teatro, participé en prestigiosos programas y demostré que puedo realizar papeles protagónicos. Insisto, sin embargo, el premio más extraordinario e inapelable fue, desde siempre, el del público: gente aplaudiendo de pie, señoras que me regalan algo hecho con sus propias manos, chicos y chicas que me abrazan en lugares públicos...

¿Es eso, acaso, un pecado? ¿Un travesti sólo está condenado a diluir sus días en los tristes arrabales de la prostitución?

Desde siempre procuré tomar con filosofía los ataques contra mí, vinieran de quien viniesen. Soporté a varias mujeres que me tiraron en la cara su portación de vagina, como si eso fuese un mérito en sí mismo. Esas mismas mujeres que llegaron alto, paradójicamente, arrastrándose, y que no tienen un solo argumento artístico para atacarme. Tan sólo se hacen eco de los prejuicios más tristes que enferman a las sociedades ignorantes.

Me banqué penosos y poco creativos chistes que se hicieron y se hacen contra mi condición: que no le escapo al bulto, que vengo con sorpresa...¡Basta, por Dios!

Con sorpresa viene la gente que tiene dos caras, la gente que no asume lo que es; la gente que no puede mirarse al espejo ni mirar a la cara a los otros...

Yo no tengo cinco minutos de carrera, ni llegué a donde llegué por acostarme con el último productor de moda. Soy una artista. Ni la peor ni la mejor, pero una artista.

¿Y saben qué es lo más doloroso?

Que yo estaba entusiasmada con la propuesta de Canal 9 porque fue mi casa más de una vez. Y me parecía noble poner el hombro para intentar levantar su pobre imagen actual. Así me pagaron....

Amigos, las cosas por su nombre:

Sepa mi público que hay directivos de un canal que creen que la condición sexual es un elemento esencial para decidir el destino laboral de una persona.

Sepan, los artistas, que andan por ahí peligrosos inquisidores disfrazados de empresarios artísticos. Sepan nuestros dirigentes que aún estamos lejos de ser un país civilizado en materia de tolerancia hacia lo diferente.

Y sepan, quienes creen que con estas acciones apagarán algo de mi estrella, que Florencia de la Ve no sólo es una mujer....Es una mujer con pelotas.

FLOR TAMBIEN LE RESPONDE EN INTRUSOS

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